He titulado esta entrada recurriendo a uno de los títulos que uno de los grandes cantautores de los últimos tiempos -obviamente, me estoy refiriendo a King Áfricay su "Humauqueño"- contribuyó a popularizar hace ya algunos años. Y he elegido esta frase porque representa un poco el ambiente que se respira en todo Panamá. La gente lleva aguardando el carnaval como agua de mayo desde que terminaron las Navidades.
El carnaval en Panamá es una semana en la que se desata la fiesta y la locura, las reinas al más puro estilo tinerfeño lucen sus preciosos trajes, las murgas se encargan de poner el ritmo... y por supuesto corre el guaro (alcohol en general, de cualquier clase) por doquier y las hormonas se disparan a niveles insospechados.
Lamentablemente por un lado, no estaré aquí para vivir el carnaval en todo su apogeo. Afortunadamente por otro, mientras escribo estas líneas mi escaso equipaje (para tan largo viaje) aguarda paciente las horas que me quedan para volver a la tierra patria y compartir unos días con mi gente más querida.
Para resarcirme por mi ausencia en tan señalada fecha para cualquier panameño, el miércoles acudí a una fiesta de máscaras. En las fotos se puede apreciar el atuendo y la evolución de la noche...