lunes, 19 de octubre de 2009

Finde de calentamiento

Se puede decir que éste ha sido el primer fin de semana digno de mención. Como todo el mundo sabe, un finde empieza el jueves por la noche, día que aprovechamos para hacer la fiesta de inauguración de piso: vitamina R, musiquita by Dj Nacho, buena gente... y después, a calle Uruguay (probablemente la zona con más vida nocturna de la capital) a rumbear un poquito.

El viernes trajo los efectos devastadores del garrotazo del abuelo. La mañana pasó con más pena que gloria y la tarde requirió un sueño reparador (alguno empalmó la siesta hasta el sábado por la mañana). Yo me bajé a conocer otro garito más de calle Uruguay, el Madame Blanche. Que por el nombre uno puede pensar que es un bar de luces de esos, pero no. Es un sitio que aspira a ser tranquilo, con sofás y música en directo, pero a un volumen tal que hablar es prácticamente imposible.

El sábado, después de comer, partimos rumbo a la playita. Tras flipar un poquito más con la conducción en Panamá, llegamos a...¡El Palmar! Vosotros pensando que me he ido lejísimos y resulta que no he cruzado ni el Estrecho, jajaja. Resulta que es una playa de arena negra, muy frecuentada por surferos (ahora es cuando alguno pensará..."venga coño, y ahora dirá que se alojó en un cortijo en Conil"). Pero no, el alojamiento era un hotelito a pie de playa con una piscinita...muy cuco.

Tras darme mi primer baño en el Pacífico y ver cómo algunos se peleaban por cabalgar las olas (a la próxima tengo que hacerme con una montura y lanzarme a la conquista del océano), fuimos a cenar a un restaurante a pie de carretera. Con el estómago lleno, ya era hora de darse a la bebida (que como diría nuestro querido Jack: "¡Que corra el ron!"). Decidimos ir a una playa cercana. Yo no sabía la odisea que nos esperaba. Para llegar había que atravesar un camino plagado de charcos, barro, baches... en más de una ocasión tuvimos que bajarnos del coche para que no se quedara, e incluso empujarlo para que saliera del lodazal. Finalmente alcanzamos nuestro destino y nos pegamos una rave en la playita con el ruido del mar de fondo, y donde descubrí lo útiles que son las linternas de los móviles para servirse las copas. (Nota: en Panamá, las "copas" son los tapacubos de las ruedas del coche, lo que se bebe son "tragos").


Ha sido un finde bastante completo, en el que no hizo demasiado sol, pero tampoco llovió, así que se puede decir que tuvimos hasta buen tiempo.

P.S.: Ayer nos llegó la triste noticia de que el inventor del "tiki taca" nos había dejado. Un recuerdo especial para él, que cambió la forma de ver el fútbol y el baloncesto. "Porque la vida puede ser maravillosa".

3 comentarios:

  1. Grandioso finde por lo que veo, jajaja Ya viste en el facebook que el nuestro no se quedo atras... aunque no teniamos playas ni telefonos de colombianas cachondas... por cierto me pido ese telefonooo!!
    Y sigue dandole fuerte a esos "tragos" de vitamina R

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  2. Hola chicho terremoto.
    He de admitirlo, empiezo a estar preocupado. Después de tantos años de amistad, de ir a un colegio de pago, de tener a tus padres dia y noche pendientes de ti... en 3 semanas en Panamá ya estás como una puta cabra!! jajajajaj!!
    Me alegro que el finde fuese bien nene, y como te dije ayer te prometo que cd vuelvas te llevamos a casa Goyo, que sé que te va a encantar.
    Animo con el surf diurno pero si ves que lo de cabalgar las olas se complica pues.. para algo está la vida nocturna! jajajaja
    Besisssss

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  3. Yo sin embargo opino que como el título, ha sido un mero calentamiento, queremos findes buenos donde nos cuentes más sobre la pole position, y demás peripecias panameñas, eso sí...veo que el pasar tiempo con chigrisky el moro y yo no ha sido en vano, y empiezas a hacer planes de loco!!! así me gusta que enfades al negro!!

    Un abrazo fuerte artista y deja algo para cuando vayamos a verte!!

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